El Te Sostiene

Salmos 55:22

Encomienda al Señor tus afanes,

   y él te sostendrá;

no permitirá que el justo caiga

   y quede abatido para siempre.

 

 

A veces lo que causa más estrés en nuestras vidas es el pensamiento de ser movidos, zamarreados, alejados de nuestro camino. Pensamos en que tan duro estamos trabajando para lograr nuestras metas, para satisfacer a Dios, y para hacernos mejores personas, y nos preocupamos que tal vez un error que cometamos, una falta de juicio, recursos que nos faltan, ¡o tal vez incluso que el chisme malintencionado de alguien nos haga perder todo lo por lo que hemos trabajado tanto! A veces, sin saberlo, estamos inconscientemente esperando que algo salga mal, y en muchos casos nos saboteamos a nosotros rindiéndonos, o no dar lo mejor de nosotros, desde que estamos tan aterrados de fracasar. Pero la palabra de Dios, a través del Salmo 55:22 nos da dos premisas: la primera es que podemos confiar que EL nos sostenga. El segundo es que el no dejara que nos descarrilen. Por los siguientes pocos minutos, me gustaría meditar en que significan cada una de esas promesas:

 

Para empezar, la palabra “sostener” según Webster, tiene dos definiciones. La primera es “proveer lo necesario para que alguien pueda continuar.” Cuando la palabra de Dios nos dice que Dios nos sostendrá, significa que El va a tomar la responsabilidad de asegurarse que tenemos todo lo que necesitamos para ir a la distancia. Significa que cuando el camino se pone difícil, y sentimos que no podemos seguir, ¡El va a proveer cualquier cosa que carezcamos, para asegurarse de que no nos rindamos! La segunda definición de la palabra “sostener” es “cargar el peso de algo” Si lo noto, el versículo que estamos estudiando empieza con una referencia de algo pesado: nuestras cargas (todas nuestras preocupaciones, nuestros miedos y nuestras insuficiencias) y nos dice que se las demos al Señor, por que el “sostendrá” (cargara con el peso).

Lo que llevamos es, que no tenemos que preocuparnos sobre fallar, porque si algo es demasiado pesado, El cargara ese peso por nosotros. Si dejamos  de reflexionar en el significado de esto, y dejamos que se hunda en nuestros corazones, realmente no hay nada que debiera estresarnos o hacernos sentir de que no tendremos éxito. Ni el estrés ni el miedo son necesarios, porque son cargas que no tienen que ser sostenidas por nuestro propio peso, sino simplemente dadas a Dios, quien es más que capaz de llevarlas.

La segunda premisa en este versículo es que nunca “dejaremos que el justo sea movido.” Ese miedo que todos tenemos de ser puestos en un lugar equivocado, desplazados o sacados de lugar, no es ni la mitad de real que lo que el enemigo quisiera hacernos creer, por que Dios nos ha dado Su palabra de que El no dejara que nada ni nadie nos mueva del lugar en el que se supone que debemos de estar. A través de Jesús nos han convertido en justos (2 corintios 5:21), y a través de nuestra relación con Dios se nos ha dado la confianza de que Su palabra es nuestra para guardar y creer. No seremos aventados, zamarreados o movidos. Las cosas por las cuales hemos trabajado duro, que Dios nos ha permitido construir, son nuestras, si solo recordamos dejar nuestras cargas al Señor.